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Mejorar el rendimiento reproductivo es uno de los principales retos de las ganaderías de vacuno de leche. Conocer las diferentes estrategias de manejo disponibles, así como identificar qué programas se adaptan mejor a cada escenario productivo, es clave para mejorar las tasas de preñez.

El estrés calórico que sufren las vacas durante el final de la gestación, reduce la supervivencia y la producción de leche de las hijas hasta la tercera lactación. Los estudios avalan que, la exposición intrauterina indirecta al estrés calórico puede alterar el desarrollo del feto e iniciar una combinación de fenotipos ineficientes, que contribuirá a un bajo rendimiento de las hijas, e incluso de las nietas, en comparación con aquellas de vacas que son enfriadas a través de sombra, aspersores o ventiladores.

Las pérdidas de preñez siguen representando un problema y un desafío, tanto para ganaderos como para veterinarios. Por suerte la comprensión de la fisiología reproductiva, el desarrollo de nuevas estrategias de manejo y los avances en materia selección genética en las últimas décadas, han permitido a la industria corregir una tendencia negativa y mejorar la eficiencia reproductiva.

La cría de las novillas representa una parte importante del coste de la producción de leche. Para garantizar que los animales llegan a compensar ese gasto, debemos asegurar un buen rendimiento reproductivo y minimizar el riesgo de descarte. Factores como la edad de concepción, la edad al primer parto o la asistencia durante el mismo serán fundamentales.

La tasa de preñez es uno de los principales indicadores de salud financiera de una explotación. Ello hace que los rasgos de fertilidad tengan una especial importancia a la hora de diseñar los programas de mejora genética. Las herramientas de selección basadas en la genómica son un potente instrumento que, tal y como demuestran diferentes estudios, facilitan la predicción y toma de decisiones para una mejora de la eficiencia reproductiva.

Resolver un problema de baja fertilidad es complicado y requiere de paciencia, documentarse y conocimientos. Debemos explorar todas las posibles áreas implicadas, sin olvidar que, la nutrición puede ser la causante del problema. Con frecuencia más de un nutriente afecta a la reproducción, en este post, nuestro especialista en novillas Alfonso Monge nos explica detalladamente la importancia de proteínas, vitaminas y minerales en la alimentación de las novillas lecheras.

Nuestro objetivo con las novillas debe ser conseguir partos a los 23-24 meses, para lo cual, debemos tener a nuestras novillas criadas de manera tal que podamos empezar a inseminarlas a los 14 meses de edad. Cómo conseguirlo de forma eficiente, depende de la granja y del programa reproductivo, así lo demuestran los datos del estudio que os mostramos a continuación.

Un ganadero debe tener metas claras con respecto a la eficiencia reproductiva de su ganado y monitorizarlo constantemente para adoptar las medidas necesarias en cada momento.

Cada vez más ganaderos utilizan programas de inseminación artificial para minimizar costes y riegos en la gestación de sus novillas.

En post anteriores de este Blog veíamos como sí era posible obtener partos precoces en vacas nodrizas. El problema se nos plantea cuando además queremos concentrar los partos de todo el rebaño en un determinado periodo para beneficiarnos de sus múltiples ventajas. ¿Son posibles los partos precoces y, a la vez, concentrados? A continuación, resolvemos esta pregunta.

La adecuada elección del semental es fundamental para garantizar que nuestras novillas tienen partos fáciles. Existen diferentes criterios y caracteres en los que nos podemos apoyar para no equivocarnos en esta importante decisión.

La incorporación de la inseminación artificial, ya sea para todo el rebaño de vacas nodrizas o solo para las novillas, favorece un mayor control de tus animales, permite introducir en el rebaño una genética superior a un menor costo, reduce problemas de distocias al utilizar semen probado, y ayuda a la erradicación de enfermedades venéreas que puedan estar presentes en las explotaciones de vacas nodrizas. Además, es un reto asumible para todos los ganaderos, aunque algunos no lo crean.

Partiendo de que cada casa es un mundo, no todos los ganaderos pueden hacer parir a las novillas de carne con 2 años. Sin embargo, la decisión de retrasar el primer parto tendría que deberse a las circunstancias propias de cada explotación, y no a ser un mal ganadero o a seguir las falsas creencias instauradas a lo largo del tiempo. ¿Quién es un mal ganadero? ¿Cuáles son las falsas creencias?

Como decíamos en el anterior post, adelantar el primer parto de las novillas de razas cárnicas a los 2 años aumenta la productividad a lo largo de su vida (en 6 años producirá 0,7 terneros más que pariendo con 3 años por primera vez) y, por tanto, la rentabilidad de la explotación. Este adelanto se puede conseguir asegurando una adecuada recría, pero… ¿qué pasa con los rendimientos al primer parto?

La rentabilidad en las explotaciones de vacas nodrizas mejorará si se reducen los tiempos improductivos y se aumenta la productividad por vaca. Una vaca con el primer parto a los 2 años producirá en 6 años (longevidad media de vacas nodrizas españolas) 0,7 terneros más que si pare por primera vez a los 3 años. Este adelanto es posible si se desarrollan programas específicos de manejo de la recría.

Es muy importante establecer también en las novillas, al igual que en vacas, un programa de visitas reproductivas para detectar posibles anomalías al inicio del programa, y la evolución de las novillas inseminadas. Además, la monitorización nos permitirá saber si estamos haciendo bien las cosas para alcanzar nuestros objetivos.

El manejo de las novillas de carne durante su recría condicionará su rendimiento reproductivo, su capacidad de criar a los terneros y su vida útil, factores clave en la eficiencia de los rebaños. El objetivo será llegar al primer parto a edad temprana, pero con un desarrollo suficiente que garantice una larga y eficiente vida productiva. Para conseguirlo hay que cumplir una serie de requisitos en momentos clave.

Alfonso Monge explica en este post las ventajas e inconvenientes de los dos principales programas reproductivos para novillas - prostaglandinas y detección de celos; y sincronización de celos - analizando en cada caso los posibles resultados evidenciados en estudios llevados a cabo por expertos.