Manejo, Nutricion, SERGIO-CALSAMIGLIA

Beneficios de un programa óptimo de recría

La reducción de la edad al primer parto resulta en beneficios económicos derivados de la reducción del número de animales criados para reposición, el aumento de la producción de leche, la reducción de los costes fijos y un mayor progreso genético (debido a la reducción del intervalo generacional).

El número de animales necesarios en la recría depende de la tasa de reposición y de la edad al primer parto, y se calcula de la siguiente manera:

Animales de reposición (% de vacas adultas) = % Desecho anual x Edad, en años, al 1er parto

Esta ecuación se ha utilizado para desarrollar la Tabla 2, donde se observa que cuando la tasa de reposición es, por ejemplo, del 30%, la reducción de la edad al primer parto en cuatro meses resulta en la reducción de un 11% en los animales de reposición que podrían no recriarse o venderse si están en exceso.

Un programa de crecimiento optimizado supone una mejora productiva sustancial que se ha cuantificado en 1000-1400 litros durante la vida productiva de la vaca

Por otro lado, también se reduce el coste de alimentación de la ternera al primer parto, ya que deja de contabilizar como gasto alimentario todo el tiempo por encima de la edad al óptima al primer parto. Este beneficio sería, en cualquier caso, suficiente para pagar cualquier aumento en los costes de alimentación del nuevo programa propuesto, aunque con frecuencia una mejora en el programa de alimentación no es necesariamente más caro, sino mejor planificado.

 

Tabla 2: Efecto de la edad al primer parto y la tasa de reposición de un rebaño en el número (%) de terneras de reposición necesarias para mantener el tamaño del rebaño.

 

Edad al Primer parto
Tasa
reposición
(%)
22 24 26 28 30 32 34 36
20 40 44 48 51 55 59 62 66
22 44 48 52 56 61 65 69 73
24 48 53 57 62 66 70 75 79
26 52 57 62 67 72 76 81 86
28 56 62 67 72 77 82 87 92
30 61 66 72 77 83 88 94 99
32 65 70 76 82 88 94 100 106
34 69 75 81 87 94 100 106 112

 

Además, y como se ha comentado anteriormente, un programa de crecimiento optimizado, sobre todo respecto al crecimiento en las primeras etapas de la vida de la ternera, supone una mejora productiva sustancial que se ha cuantificado en 1000-1400 litros durante la vida productiva de la vaca. Por último, las ventajas derivadas del avance genético son difíciles de cuantificar, pero pueden suponer mejoras sustanciales a largo plazo en el balance económico de la explotación.

Conclusiones

El programa de recría debe garantizar un buen encalostramiento mediante el control de la calidad inmunológica e higiénica del calostro. Es recomendable la administración de 3 litros de calostro de buena calidad en las primeras 2-4 horas de vida del ternero, y otros 3 litros a las 6-8 h de vida. La lactancia debe permitir crecimientos de 0,8-0.9 kg/d mediante el uso de leches con un nivel proteico elevado y un aporte de 0,7 kg de MS/d de lacto-reemplazante. En este contexto, el destete debería hacerse de forma progresiva hasta que el consumo de pienso alcance los 1,5-2.0 kg/d.

El crecimiento en los primeros 6 meses de vida tiene un impacto importante en el desarrollo de los terneros y en su productividad futura, por lo que se deben mantener ganancias medias diarias alrededor de 1,0 kg/d, evitando el engrasamiento y utilizando piensos de iniciación con una concentración elevada de proteína.

La cubrición deberá realizarse a partir de los 13 meses con el 55% del peso vivo adulto y el 85% de la altura adulta. El crecimiento postpuberal es menos exigente en velocidad de crecimiento (generalmente suficiente con 0,8 kg/d) y calidad nutritiva de la dieta.

Las novillas deben llegar al parto antes de los 24 meses con el 85% del peso vivo adulto y sin excesiva condición corporal.