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Promover el consumo de alimento sólido desde los primeros días de vida del ternero permite acelerar el proceso de transición de animal pre-rumiante (cuando aún consume leche) a rumiante funcional (cuando su dieta depende totalmente de concentrados y forraje), gracias al aporte de ácidos grasos volátiles. En este post trataremos distintas estrategias alimenticias para optimizar el consumo de pienso en terneros antes y después del destete, con el objetivo de mejorar la funcionalidad del rumen y capacidad digestiva de los terneros.

En mi anterior entrada expliqué los beneficios del uso de leche de descarte en la alimentación de terneros. Pero su utilización también contemplaba una serie de riesgos potenciales: desarrollo de resistencias a antibióticos y transmisión de enfermedades. Para reducir estos riesgos, se plantea la pasteurización de la leche de descarte, pero ¿se ve afectado su valor nutritivo? Lo vemos a continuación.

El uso de la leche de descarte en la alimentación de terneros ha seguido creciendo en los últimos años debido en parte a un aumento en el tamaño de las explotaciones lecheras que ha resultado en mayores volúmenes de leche procedente de vacas tratadas con antibióticos o con altos niveles de células somáticas. Sin embargo, existe mucha controversia entre los ganaderos sobre cuál es la mejor fuente de alimentación para la cría de terneros lactantes, especialmente para las hembras de reposición, ya que esta repercutirá positivamente sobre el rendimiento de las futuras vacas lecheras (Bach, 2012).