Especialistas en Novillas, Sanidad

Alteraciones inmunometabolicas en vacas lecheras en transicion: claves para una lactancia exitosa

¿Qué ocurre durante el periodo de transición?

El periodo de transición abarca desde tres semanas antes del parto hasta tres semanas después. En esta ventana, las vacas pasan de un estado gestante y no lactante a un estado de intensa producción láctea. Este cambio implica una elevada demanda de energía y nutrientes que, si no se gestiona adecuadamente, puede provocar alteraciones metabólicas y una respuesta inmunitaria reducida.

Principales alteraciones inmunometabólicas

Durante esta etapa crítica, se producen desequilibrios importantes:

  1. Balance energético negativo (BEN)
    La demanda energética para la producción de calostro y leche excede la ingesta, lo que lleva a la movilización de reservas corporales y aumento de ácidos grasos no esterificados (NEFA), predisponiendo a la cetosis y al hígado graso.
  2. Inmunosupresión fisiológica
    La disminución de la actividad de neutrófilos y macrófagos compromete la respuesta inmunitaria innata, elevando el riesgo de infecciones como metritis, mamitis y retención de placenta.
  3. Estrés oxidativo
    La producción de radicales libres supera la capacidad antioxidante del organismo, lo que puede dañar células inmunitarias y alterar funciones metabólicas clave.
  4. Inflamación sistémica de bajo grado
    Un estado inflamatorio crónico subclínico contribuye al deterioro del rendimiento reproductivo y la mayor incidencia de enfermedades postparto.

Indicadores y biomarcadores: claves para monitorear la salud inmunometabólica

Durante el periodo de transición, el monitoreo regular del estado inmunometabólico mediante biomarcadores sanguíneos y metabólicos es fundamental para la detección precoz de desequilibrios que puedan derivar en enfermedades clínicas o subclínicas.

Algunos de los más relevantes son:

  • NEFA (ácidos grasos no esterificados)

Indicador del grado de movilización de grasa corporal. Niveles elevados (>0,4 mmol/L preparto) reflejan un balance energético negativo acentuado y mayor riesgo de cetosis y desplazamiento de abomaso.

  • BHB (β-hidroxibutirato)

Marcador clave de cetosis subclínica. Concentraciones superiores a 1,2 mmol/L en los primeros días posparto indican una utilización excesiva de cuerpos cetónicos por parte del organismo.

  • Haptoglobina y otras proteínas de fase aguda

Permiten identificar procesos inflamatorios, incluso subclínicos. Una elevación de haptoglobina está correlacionada con infecciones uterinas y trastornos metabólicos.

  • Conteo leucocitario diferencial (neutrófilos/linfocitos)

Una disminución de neutrófilos funcionales o un desequilibrio en la relación N/L puede reflejar inmunosupresión fisiológica, típica en este periodo.

  • Calcio sérico total o ionizado

Fundamental para detectar hipocalcemia subclínica, una alteración frecuente en vacas de alta producción que puede desencadenar metritis, desplazamiento de abomaso o mamitis.

  • Glucosa y urea

Ayudan a evaluar el metabolismo energético y proteico. Niveles anormales pueden reflejar deficiencias nutricionales o estrés metabólico.

Estos biomarcadores, combinados con una buena observación clínica y análisis de registros, permiten a veterinarios y ganaderos anticiparse a los problemas y tomar decisiones más informadas para proteger la salud y productividad del rebaño en esta fase crítica.

Estrategias de manejo para mitigar las alteraciones inmunometabólicas

Implementar un plan integral para terneras en transición puede marcar una diferencia significativa en su salud y rendimiento:

  • Nutrición adaptada

Raciones balanceadas con densidad energética adecuada y control de la relación calcio/fósforo para prevenir hipocalcemia.

  • Prevención de enfermedades

Protocolos vacunales completos antes del parto y monitoreo de signos de alerta clínica y subclínica.

  • Ambiente y bienestar

Espacios cómodos y seco para reducir el estrés térmico, así como evitar la sobrepoblación y facilitar el acceso al comedero.

  • Suplementación estratégica

Antioxidantes como vitamina E y selenio, además de probióticos y aditivos inmunoestimulantes.

Impacto sobre la producción y reproducción

El correcto manejo de esta etapa mejora indicadores clave como:

  • Mayor producción de leche en la lactancia temprana.

  • Menor incidencia de enfermedades metabólicas y uterinas.

  • Reducción de las tasas de descarte en el primer tercio de lactación.

  • Mejor tasa de concepción postparto.

El periodo de transición no solo representa un reto fisiológico para la vaca lechera, sino también una gran oportunidad para optimizar la productividad del rebaño. Comprender las alteraciones inmunometabólicas y adoptar estrategias proactivas puede marcar la diferencia entre una lactancia problemática y una lactancia exitosa.

Fuentes consultadas:

1. LeBlanc S. (2010). Monitoring metabolic health of dairy cattle in the transition period. J Reprod Dev.

2. Drackley J.K. (1999). Biology of dairy cows during the transition period: the final frontier? J Dairy Sci.

3. Sordillo L.M. (2016). Nutritional strategies to optimize dairy cattle immunity. J Dairy Sci.

4. Goff J.P. (2008). Transition cow immune function and interaction with metabolic diseases. Vet Clin North Am Food Anim Pract.

5. Trevisi, E., Cattaneo, L., Piccioli-Cappelli, F., Mezzetti, M., & Minuti, A. The immunometabolism of transition dairy cows from dry-off to early lactation: Lights and shadows. Journal of Dairy Science.